Una vetusta historia compostelana jamás contada

Planta del conjunto

Corría la segunda mitad del siglo XVI, cuando algún párroco decidió que el abierto cementerio que separaba la iglesia de Santa María Salomé, cerrase mediante una muralla aquel lugar de paso habitual del vecindario, que así atajaba en su travesía entre la plaza de la pescadería y el palacio de los Fonseca en la rúa del Franco.

El jolgorio que a su paso organizaban los estudiantes de latines y Cánones, bajo los arcos del viejo Hospital de Mujeres (actual espacio ocupado por la librería Vetusta), molestaba al Rector de Santa María Salomé y su Hospital por considerar que no era propio de aquellos sagrados edificios, albergar las continuas trifulcas que a su amparo se hacían.

Aquellos estudiantes, mayormente avecindados en el Barrio Latino (actual calle de Sar y aledañas), pensaban más en diversiones inocentes que en cosa alguna más trascendente. Lo peor ocurría cuando a altas horas de la noche (las 8 6 9 de ella), trasnochaban y abusaban de la oscuridad que brindaban los elaborados arcos que sustentaban el piso superior. (En aquellos tiempos el espacio que hoy ocupa la librería Vetusta, correspondía al que había bajo los arcos y que conducían desde la calle de l Huérfanas, entrada principal del Hospital, y transversalmente conducía a la Rúa Nueva).

Aún hoy puede observarse el basamento o arranque de aquellos arcos de los que solo se conserva un sector adosada a las ahora cegadas arquerías, desaparecidas en su mayor parte para servir de cimientos al reformado edificio de San Martín Pinario y que hoy también podemos ver en nuestro paseo hacia la calle de San Francisco, sobresaliendo por sus labrados de entre el resto de las piedras.

Unos años después, sobre 1586, Santiago se vio seriamente afectada por unos tremendos temporales que durante una de aquellas tenebrosas noches (como casi siempre ocurre), la tierra reblandecida por los enormes caudales de agua caídos, arrumbó el edificio que como Hospital recogía a las pobres mujeres solas que por la ciudad pululaban en busca de sustento. Caído parcialmente el edificio, aquellas desgraciadas quedaban en el más mísero desamparo. El Arzobispo compadecido, a través de su Limosnero, que lo era por entonces Su ilustrísima Don Maximiliano de Austria y apoyado económicamente por uno de aquellos primeros feligreses de Compostela, el señor Bartolomé Martínez, ordenó en 1606 la demolición de lo que se mantenía en pie y la reedificación de aquel Hospital (1607) dándole el aspecto aproximado que hoy podemos observar. Contaba nuevamente ya Santiago con el necesario Hospital que según nos cuenta Jerónimo del Hoyo fue para que se "recogiesen todos los muchachos y muchachas que de noche se quedaran por las calles desamparados y llorando y en este hospital y en las casas que en hiço gastó mas de mill y trescienttos ducados...".

Aprovechadas algunas piedras labradas para relleno y asentamiento de los nuevos edificios, pasarían Piedra da RUA ALFAmuchos años hasta que se lograse descubrir alguna de ellas. En nuestro caso aún no ha sido desentrañado el significado de su inscripción. Así tenemos al fondo de la librería Vetusta, a su derecha, una piedra labrada a modo de ventana en la que puede leerse algo como:
"....POTERNA DA RUA: ALFA.........", en su lado izquierdo, las letras han sido destruidas por quienes desmontaron hace siglos estas piedras. En su parte inferior la inscripción comienza por:
"...Q ".

Durante la rehabilitación de este espacio, aparecieron dos piezas dentarias introducidas en unos orificios que tiene el tronco de madera que separa el escaparate de la actual puerta. ¿Que significado podría tener este rito de aquellos que reconstruyeron el edificio?

Ocasionalmente se oyen pisadas que pesada y acompasadamente recorren el antiguo paso bajo los arcos. Son pasos como de persona meditando profundamente en su continuo vagar a través del tiempo. A veces son inaudibles, otras apresuradas y perfectamente perceptibles.

Los arcos del fondo de la librería marcan los límites entre lo humano y lo ultra sensorial, favoreciendo la regresión psíquica en la búsqueda de los espíritus que una vez habitaron el edificio y que actúan como intermediarios entre el hoy y el ayer. Es el Sancta Santorum donde se ordenan los más espectaculares cambios a través del Padre de los Hijos Vetustinos.

Llegado el año 1663, el clérigo, Bachiller don Bartolomé Bermúdez cerró la que era medio muralla medio paso al camposanto de Santa María Salomé. Lo hizo edificando entre la iglesia y el edificio del Hospital, una casita de pequeña dimensión que cumpliría funciones de vivienda del Sacristán en el alto y de tienda en el bajo.

Como podemos ver a la izquierda de la Librería Vetusta, sobre la puerta de la casa número 29 hay una piedra que dice:

Dintel grabado

Desgraciadamente se echa en falta parte del texto debido a quien tuvo la peregrina idea de buscar alojamiento para un azulejo que indicara el número de la casa; no había más luces y la destruyó.

Nosotros intentamos recomponerlo bajo el siguiente texto:

Esta casa y tienda es de la iglesia Santa María Salomé hizola
a fundación el Bachiller Bartolomé Sánchez y dejó cinco misas
rezadas y una cantada perpetuas cada año. Hizose año de 1663.

Quedaba pues cerrado el antiguo cementerio mediante el pequeño edificio que hoy aún alberga una pequeña tienda que veran Uds. cuando caminen por las losas de Compostela para venir a visitar ésta su librería. En el recinto de aquel vetusto camposanto, hoy desaparecido, quedaron encerrados los diez canecillos que solamente podrá contemplar el interesado a través de las ventanas de la Librería Vetusta.

Intentando realizar una reconstrucción del conjunto, su aspecto podría haber sido como el que ofrecemos a continuación:

Reconstrucción del conjunto

La iglesia de Santa Salomé fue construída por orden de Pelayo Abad, chantre del arzobispo Gelmírez, y que a su muerte (1140) le sucedería en la Sede compostelana por lo que la construcción se completaría en los años inmediatos.

Conocemos el nombre del fundador a través de la inscripción hoy situada en el coro, haciendo de dintel a la puerta que allí se abre sobre el pórtico de la iglesia:

"AD HONOREM DEI ET SANCTE MARIE VIRGINIS ET
SANCTI IACOBI APOSTOLI ET MATRIS SANCTE
MARIE SALOME, PELAGIUS ABBAS ECCLESIAE
BEATI IACOBI CANTOR"

Su transcripción es:



"PARA GLORIA DE DIOS, DE SANTA MARIA VIRGEN, DE
SANTIAGO APOSTOL Y DE SU MADRE SANTA MARIA
SALOME, EL CHANTRE DE LA IGLESIA DE SANTIAGO
PELAYO ABAD" .

Esta información se la ofrece Librería Vetusta al caminante que se acerca o vive en Compostela, intentando así hacer cada día un poco más de ciudad y dar al conocimiento general nuestras hipótesis extraídas de la permanente investigación que hacemos en cuanto atañe a nuestra entrañable ciudad.